A menudo nos sentimos agotados , cansados , exhaustos , desprovistos de energía , con la batería descargada , el depósito en la reserva , nos pesa el cuerpo , nos duelen los músculos y las articulaciones y la cabeza se sumerge en una niebla que nos impide pensar con claridad y tomar las decisiones adecuadas , estamos a punto de desfallecer , claudicar y asumir que simplemente la vida nos exige demasiado y ahí adentro no hay recursos para poder afrontar nuestro día sin parecer un " walking dead " .
En realidad es una lástima porque , pensar que no disponemos de recursos energéticos para cambiar esta situación , es simplemente desconocimiento y no entender cómo funciona nuestro cuerpo ya que disponemos de un combustible casi inagotable al cual , por el estilo de vida moderno , no sabemos acceder . Hablamos del tejido adiposo , las reservas grasas de nuestro cuerpo , las cuales albergan en torno a 100.000 kilocalorías ....como para decir que no hay de donde tirar .
Las células de nuestro organismo obtienen energía a partir , fundamentalmente , de 2 sustratos energéticos , los hidratos de carbono y las grasas .
De hidratos de carbono tenemos un pequeño almacén , de en torno a 2500 kcal , en forma de glucosa en sangre , glucógeno hepático y muscular , los cuales debieran reservarse para momentos en que se requiere una inyección de energía brusca , un esfuerzo importante, aumentar la potencia en situaciones como pueda ser huir de un peligro o sprintar en una competición deportiva. Es un tipo de energía más accesible para nuestras células.
Por otro lado , en forma de tejido adiposo acumulamos , como ya mencioné previamente , unas 100.000 kilocalorías , de las cuales debiéramos hacer uso durante la mayor parte de nuestro tiempo y actividad , cosa que , como explicaré a continuación , en la mayoría de las personas no sucede .
El tejido adiposo hoy en día se considera sinónimo de poca salud , de sobrepeso u obesidad , de enfermedades metabólicas , cuando , en realidad , lo que representa es una ventaja evolutiva , una adaptación que permitió que nuestros ancestros , hace miles y millones de años , sobrevivieran en la Tierra pese a no tener una despensa llena de comida , una nevera rebosante o incluso un Glovo que se lo facilitara más aún , muy al contrario aquellos comían cuando cazaban o recolectaban y , para cuando esto no era posible , hacían uso de la energía almacenada en su grasa gracias a que disponian de una flexibilidad metabolica adecuada para poder hacerlo .
Y esto de la flexibilidad metabólica , que es ? . Pues algo tan sencillo como poder obtener energía tanto de la grasa como de los hidratos de carbono , y emplear cada uno de estos recursos en el momento adecuado.
La pregunta entonces sería , qué estamos haciendo mal para no alcanzar este estado.
La clave está en el estilo de vida que progresivamente , de manera masiva , se ha instalado en nuestra sociedad . Un estilo de vida que combina comer cosas que no debemos y con demasiada frecuencia , combinado con una escasa actividad física. Comemos mal , muchas veces al día y nos movemos poco.
La nutrición se basa , en gran medida en productos ultra procesados , diseñados por una industria cuyo objetivo es generarnos dependencias que nos llevan a consumirlos de manera continua y compulsiva , así como cereales , en especial el trigo , cuya presencia representa un % ridículamente elevado , sin una justificación nutricional , del total de calorías que ingerimos al cabo del día . Productos , unos y otros , con un índice glucémico muy elevado con la consiguiente elevación de las cifras de glucemia en sangre y el posterior pico de insulina para tratar de reducirlas .
Una primera consecuencia de esto es entrar en lo que se denomina un metabolismo en diente de sierra ya que cada ingesta de procesados con azúcares , o de cereales ( trigo ) de alto índice glucemico , va seguida de : glucemia alta / insulina alta / glucemia baja / gran avidez y necesidad de ingerir HC , lo cual nos llevaría a estar siempre en un metabolismo hidrocarbonado y a no movilizar grasa en ningún momento.
Por otro lado la insulina es una hormona de almacenamiento de energía , una hormona anabólica , de creación de tejido , y es que todo el excedente de azúcares no utilizados la insulina los va a transformar en tejido graso y lo va a almacenar , luego , una segunda consecuencia del consumo de productos procesados de alto índice glucémico y cereales es que , lejos de poder usar los lípidos como fuente de energía va a ocurrir lo contrario , no movilizamos grasa y además aumentará el acumulo de la misma .
Un tercer efecto es aquel que tiene que ver con el equilibrio entre Insulina y glucagón. Este último, también hormona pancreática , es el responsable de la lipolisis , es decir , descomponer grasa y ponerla a nuestra disposición para obtener energía . El problema es que ambas hormonas son antagónicas , si una está elevada , la otra , necesariamente está baja , así , ante la permanente ingesta de productos procesados con alto índice glucemico , la insulina estará elevada y el glucagón bajo con la consiguiente imposibilidad para movilizar grasa y usarla para obtener energía en forma de ATP .
Si nuestro cuerpo fuese una hoguera , la grasa sería aquella leña de calidad , que te da una llama constante , se mantiene en el tiempo y da un calor sin oscilaciones , y los hidratos de carbono serian la hojarasca o las hojas de papel , las cuales , al echarlas al fuego , dan una llama muy viva pero de muy corta duración. Seguro que preferimos calentarnos usando la primera y solo , en momentos puntuales , avivar la llama . La obtención de energía por parte de las células de nuestro cuerpo es similar , de 1 gr de grasa se obtienen unas 150 moléculas de ATP , moléculas de energía , mientras que de 1 gr de hidratos de carbono se obtiene poco más que la cuarta parte , unas 34 moléculas de ATP .
En cuanto a la repercusión en nuestro nivel de energía el alto consumo de productos procesados , cereales y alimentos de alto índice glucémico tiene otras implicaciones.
Una de ellas tiene que ver con que el metabolismo de los hidratos de carbono genera muchos más hidrogeniones y radicales libres que el de las grasas , moléculas estas que acidifican nuestro medio interno y provocan gran sensación de fatiga muscular así como oxidación y envejecimiento de los tejidos .
Por otro lado tanto los productos procesados , por el hecho de combinar lo peor de cada casa ( altas cargas de azúcares , grasas trans , gluten , todo tipo de aditivos químicos ) como los cereales , en especial el trigo , debido a la presencia de gluten y a las sucesivas manipulaciones de la planta mediante técnicas de hibridación que la convierten en un alimento muy alejado de su predecesor ancestral , son sustancias con gran capacidad de poner nuestro sistema inmunológico en estado de alerta y generar un estado de inflamación crónica de bajo grado que consume mucha energía y nos agota incluso estando en reposo .
Así pues , queda claro , que si queremos elevar nuestro nivel energético y poder sentir que algo en nuestro interior ha cambiado y que el zombie que antaño fuimos ha dado paso a una persona radicalmente diferente que irradia optimismo , fuerza y vitalidad , debemos hacerlo buscando la energía en nuestro interior y extraerla de allí donde la tenemos almacenada , de paso , esa grasa que iremos consumiendo dará paso a una mejor composición corporal la cual , inevitablemente , impactará para mejor en nuestro nivel de autoestima y estado de ánimo .
La estrategia combinada de una nutrición sin productos procesados , sin cereales ( o sin abusar de ellos , en especial el trigo ) , sin alimentos de alto índice glucémico como las masas de harinas refinadas , pan , bollería , arroz blanco , maíz , bebidas azucaradas , zumos envasados , con una amplia base de verduras , hortalizas , especias , frutas , grasa y proteína de calidad , como el aceite de oliva virgen extra , los frutos secos , aguacate , marisco y pescado azul , huevo ecológico y carne de pastura libre , junto con una cronoterapia de la alimentación espaciando comidas , sin picoteos , y comiendo con hambre real , y todo ello asociado a la práctica regular de ejercicio físico en ayuno o pseudo-ayuno ( al menos 4 horas tras la ingesta previa ) , nos permitirá alcanzar la tan deseada como necesaria flexibilidad metabólica .
Dr Jesús González Hernández
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Experto en Nutrición Aplicada en clínica
Experto en Nutrición Deportiva
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